Día de Pesca en Formentor y Cabo Pinar

Finales de enero de 2.012. Ese año, ese invierno, fue bastante apacible con sus impresionantes calmas de enero. En una zona, los nortes de Mallorca, siempre castigados por los fríos nórdicos y los vientos de tramontana.

Al amanecer, al duro frío del amanecer, después de preparar los pertrechos en la barca, partimos rumbo noroeste, en busca, no de espáridos, sino de...aranyes de cap negre y nuestros amigos de la mar bella, los serranos, que, al igual que en tierra y los esparralls, no nos abandonan en nuestras jornadas pesquiles a bordo de la sufrida rio 550.

Como veis, el agua esta plato por lo que engranamos quinta y a 4.000 vueltas y 24 nudos emproamos raudos y veloces, con el brother de copiloto y tapado hasta los bigotes. Y el patrón, al pie del timón, aguantando los avatares de la brisa sin perder de vista el rumbo fijado.

En menos de media hora llegamos a destino, con una impresionante naturaleza que deleitaba nuestras miradas, ávidas de pasar un día entretenido, lejos del mundanal ruido y de los problemas típicos cotidianos.

Al llegar al puesto, controlando la corriente para ubicar bien nuestros aparejos de tres anzuelos, comienzan las picadas, aunque esto sólo sería un espejismo porque de lo capturado, bien poco fue llevado a puerto. Aquí tenemos una aranya, hay que cogerla con precaución porque tienen púas venenosas, al lado de las agallas y tres más en la cresta de la cabeza. Si os pica alguna vez debéis poneros amoniaco para mitigar el dolor y salir pitando hacia el centro médico más cercano.

Después de una apacible mañana, pescando, comiendo y bebiendo (poco por si la GC nos para en la rotonda entrando a Punta Avançada, admiramos el paisaje.

Y con el día bien entrado y la pescata a buen recaudo, volvimos a puerto con la satisfacción de haber pasado un bonito día de invierno, en la mar, con la tranquilidad de las olas y con el alma descansada.

Salut i bona proa¡¡¡¡¡¡¡¡¡